Los despertares nocturnos en bebés son un fenómeno común durante los primeros meses y años de vida. Si bien es normal que los bebés se despierten durante la noche, la frecuencia y duración de estos episodios pueden afectar su descanso y el de sus padres.
Comprender las razones detrás de estos despertares y aplicar estrategias adecuadas puede mejorar la calidad del sueño del bebé.
Causas más comunes de los despertares nocturnos en bebés
Los ciclos de sueño de los bebés son distintos a los de los adultos. En los primeros meses, su sueño es ligero y fragmentado, lo que los hace propensos a despertarse varias veces por la noche. Con el tiempo, su patrón de sueño madura y se vuelve más estable.
Hambre nocturna
Durante los primeros meses, el estómago del bebé es pequeño y necesita alimentarse con frecuencia, lo que provoca despertares nocturnos.
Incluso en bebés más grandes, el hambre puede ser un factor si la última toma no ha sido suficiente.
Ansiedad por separación
Alrededor de los 6 meses, los bebés comienzan a desarrollar un apego más fuerte a sus cuidadores y pueden despertarse llorando si no los sienten cerca.
Esta etapa del desarrollo es natural y suele mejorar con el tiempo.

Molestias físicas
El crecimiento, la dentición o problemas digestivos como cólicos pueden generar incomodidad y provocar despertares nocturnos.
La incomodidad causada por el pañal mojado o la temperatura inadecuada de la habitación también puede interrumpir el sueño.
Factores emocionales y psicológicos
Los bebés también procesan emociones y experiencias durante el sueño. Un día agitado o un cambio en su rutina pueden afectar su descanso.
Los bebés absorben su entorno y, sucesos como un cambio de cuidador, viajes o ruidos desconocidos, pueden alterar su patrón de sueño.
Alimentación justo antes de dormir
La alimentación juega un papel fundamental en el sueño del bebé. Una digestión pesada o insuficiente puede hacer que el bebé se despierte con mayor frecuencia.
Por ello hay una serie de alimentos recomendados antes de dormir como son:
- Leche materna o fórmula.
- Papillas de cereales (a partir de los 6 meses).
- Purés de frutas suaves como plátano o manzana cocida.
Y, a su vez, alimentos a evitar antes de dormir como azúcar y alimentos procesados, frutas cítricas, comidas muy pesadas o con alto contenido en fibra.
Sobreestimulación antes de dormir
Una sobreestimulación antes de dormir puede hacer que el bebé tenga dificultades para conciliar el sueño o experimente despertares nocturnos.
Es recomendable evitar la exposición a pantallas (TV, móviles, tablets…), juegos muy activos antes de acostarse y cambios bruscos en la rutina, entre otros. Siendo preferible establecer un ambiente de calma y reducir la actividad al menos una hora antes de dormir.
Condiciones médicas que pueden afectar el sueño del bebé
Ciertas condiciones médicas pueden interrumpir el sueño del bebé, así como la fiebre o la tos, y provocar despertares frecuentes como:
- Reflujo gastroesofágico: es una causa común de molestias nocturnas y despertares en los bebés. Es recomendable mantener al bebé en posición vertical después de alimentarlo.
- Alergias o congestión nasal: las alergias pueden dificultar la respiración y hacer que el bebé se despierte más seguido. Un humidificador y un ambiente libre de polvo pueden ayudar.

Trastornos del sueño en bebés
Los trastornos del sueño pueden afectar la capacidad del bebé para dormir de manera continua. Algunos de los más comunes incluyen:
- Insomnio infantil: ocurre cuando el bebé tiene dificultades constantes para conciliar o mantener el sueño. Generalmente está relacionado con hábitos de sueño inadecuados.
- Terrores nocturnos: episodios de intenso terror y pánico donde los más pequeños no recuerdan nada una vez pasado éste.
- Apnea del sueño: un problema respiratorio que puede interrumpir el sueño profundo. Si un bebé ronca con frecuencia o deja de respirar brevemente, es importante consultar con un especialista.
Consecuencias de los despertares nocturnos en bebés
Los despertares frecuentes pueden afectar tanto al bebé como a los padres. Entre las principales consecuencias se incluyen:
- Fatiga e irritabilidad durante el día.
- Menor capacidad de aprendizaje.
- Estrés en los cuidadores.
¿Cómo mejorar la higiene del sueño en bebés?
Una correcta higiene del sueño es clave para que el bebé descanse mejor y minimice los despertares nocturnos. Esto incluye establecer rutinas adecuadas, mantener un ambiente propicio para el descanso y elegir un buen colchón que favorezca un sueño confortable y seguro.
El colchón sobre el que duerme el bebé juega un papel fundamental en la calidad de su descanso. Un colchón inadecuado puede generar incomodidad, afectar la postura y, en consecuencia, provocar despertares nocturnos. Es recomendable optar por colchones diseñados específicamente para bebés, que proporcionen el soporte adecuado y sean transpirables para evitar la acumulación de calor.
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Los colchones Lémur están diseñados pensando en la ergonomía y el bienestar del bebé. Sus principales características incluyen:
- Materiales transpirables: permiten la circulación del aire, evitando el sobrecalentamiento y reduciendo el riesgo de sudoración excesiva.
- Soporte óptimo: ayudan a mantener la columna del bebé en una posición adecuada, favoreciendo un descanso saludable.
- Hipoalergénicos: fabricados con materiales que reducen la acumulación de ácaros y bacterias, minimizando alergias y problemas respiratorios.
- Certificación de seguridad: cumplen con normativas que garantizan un descanso seguro para los más pequeños.
Conclusión
Los despertares nocturnos en bebés son normales pero con rutinas adecuadas y estrategias específicas, se pueden minimizar.
Comprender las causas y aplicar soluciones adecuadas ayudará a mejorar la calidad del sueño del bebé y de toda la familia. Al elegir un colchón de calidad, como los colchones Lémur, consigues mejorar significativamente el sueño del bebé y una reducción en la frecuencia de despertares nocturnos.
Preguntas frecuentes
¿Por qué mi bebé de 8 meses se despierta tantas veces durante la noche?
A los 8 meses, los bebés atraviesan un período de desarrollo y cambios importantes como la ansiedad por separación, la dentición y avances en la movilidad. Todo esto puede afectar su sueño y provocar despertares más frecuentes.
¿Es normal que mi bebé de 1 año siga con despertares nocturnos?
Sí, muchos bebés de 1 año aún tienen despertares nocturnos. Pueden deberse a la necesidad de consuelo, hambre o cambios en la rutina. Implementar una rutina de sueño estable y asegurarse de que el bebé esté cómodo y bien alimentado antes de dormir puede ayudar.
¿Cómo puedo reducir los despertares nocturnos en mi bebé de 15 meses?
A los 15 meses, los despertares pueden estar relacionados con hábitos de sueño, dentición o necesidades emocionales. Se recomienda reforzar rutinas de sueño, evitar estímulos fuertes antes de acostarse y asegurarse de que el bebé tenga una siesta adecuada durante el día.
¿Cuánto tiempo tarda un bebé en dormir toda la noche sin despertares nocturnos?
Cada bebé es diferente. Algunos logran dormir toda la noche a los 6 meses, mientras que otros pueden tardar más de un año en lograr un sueño continuo. Factores como la alimentación, el entorno y el desarrollo juegan un papel importante.
¿Qué hago si mi bebé se despierta llorando y no se calma?
Si tu bebé se despierta llorando, revisa si tiene hambre, incomodidad o está en una fase de ansiedad por separación. Proporcionarle seguridad con contacto físico o palabras suaves puede ayudarlo a calmarse. Si los despertares son persistentes y afectan su descanso, consulta con un especialista en sueño infantil.