El niño debe consumir diariamente todos los nutrientes que le corresponden de acuerdo a su edad, en la cantidad y en la calidad sugerida por los profesionales de la salud, para lograr un buen crecimiento y desarrollo. También es cierto que el descanso y el sueño reparador contribuyen a que ese crecimiento y desarrollo sea óptimo.
Por esta razón, llevar una alimentación balanceada y saludable y tener las horas de sueño que garanticen un descanso reparador, son claves para el adecuado crecimiento y desarrollo de los niños. Las horas de sueño en cada niño pueden variar, sin embargo hay consenso sobre la cantidad de horas que deben dormir los niños según la edad.
Igualmente, existen pautas para la alimentación que van variando a medida que los niños van creciendo, hasta llegar a estar incorporados al menú de la familia. Los pediatras recomiendan a los padres o cuidadores acerca de los alimentos y los hábitos que se deben enseñar para lograr una dieta saludable y un descanso reparador.
La alimentación y el descanso de los niños
La alimentación y el descanso correcto son unas de las principales preocupaciones en los padres y a lo que le dedican mayor atención para que sea óptima. Garantizar una alimentación balanceada y un buen descanso en los niños es muy importante, ya que les va a permitir crecer, desarrollarse y madurar adecuadamente, para así realizar todas las actividades diarias correspondientes a su edad.
Si la dieta diaria es deficiente en nutrientes, sin cumplir con los requerimientos de proteínas, carbohidratos, vitaminas y otros, se afectará el número de horas y la calidad del descanso, afectando así el normal crecimiento, sus actividades del día a día y su rendimiento académico en los niños más grandes.
Además de la cantidad y la calidad de los alimentos, se debe verificar la técnica de la alimentación, el tipo de alimento, alimentos que interfieren con el descanso y alimentos que facilitan el descanso, entre otros factores, que pueden interferir en el buen descanso del niño.
Tanto en los adultos como en los niños, la falta de sueño y no tener un adecuado descanso pueden llevar a problemas en la salud, provocando cansancio, irritabilidad y mayor probabilidad de enfermarse.
Se sugiere prestar más atención a las comidas de la noche, prefiriendo aquellos alimentos que favorecen el descanso y creando buenos hábitos en los niños a la hora de dormir para favorecer un mejor crecimiento.
¿Cómo es el descanso de los niños entre 0 y 3 años?
Las horas de sueño y el tiempo que deben descansar los niños varía según la edad, fluctuando sobre todo los primeros años de vida, ya que se va adaptando al crecimiento y sus necesidades van cambiando. También puede variar entre cada niño. Sin embargo, existen recomendaciones sobre el total de horas al día que debe dormir un bebe según la edad, incluyendo las siestas.
Durante los primeros 3 meses, para cubrir sus necesidades, el recién nacido se alimenta cada 3 a 4 horas, tanto de día como de noche, lo que hace que a esta edad los bebés duerman entre 16-17 horas al día. A medida que va creciendo, las horas nocturnas son mayores, pero también descansan varias horas durante el día, pudiendo descansar entre 2 a 3 veces en el día y hasta 12-15 horas en total.
Ya cumplido el año y hasta el tercer año, se recomienda que el descanso debe estar alrededor de unas 10-13 horas al día. A partir de los 4 años ya comienzan a dormir 10-12 horas por la noche, ya que la siesta generalmente se pierde a esta edad, pero siempre se recomienda que los niños tomen un periodo de descanso luego de la comida.
¿Cómo es la alimentación de un niño de 0 a 3 años?
Los niños necesitan una alimentación para cada etapa de la vida, con requerimientos de nutrientes y calorías acordes a la edad. La leche materna es el principal alimento durante los primeros meses de vida y la introducción progresiva de los diferentes alimentos es el pilar fundamental, junto a la leche, de la alimentación hasta alcanzar la incorporación a la dieta familiar en los niños más grandes. Durante los primeros 6 meses la leche materna va a ser su alimentación y en caso de no ser esto posible, su alimentación va a ser las fórmulas infantiles.
A los 6 meses se inicia el aporte de los nuevos alimentos diferentes a la leche, de forma progresiva, probando diferentes texturas y consistencia de cada alimento; se va ir introduciendo diferentes grupos de alimentos.
Para los 12 meses de vida o el año de edad, ya la mayoría de los niños pueden comer los alimentos que consumen en casa el resto de la familia con algunas excepciones. En los niños más grandes la dieta es similar a la de los adultos en casa; siempre manteniendo la alimentación balanceada y saludable y cumpliendo con los requerimientos nutricionales para la edad. Por lo general se sugiere que en el día tengan 3 comidas principales y 2 meriendas.
Relación entre la alimentación y el descanso de los niños
Para saber cómo la alimentación influye en el descanso de los niños, hay que entender que una alimentación balanceada, saludable, con todos los requerimientos que necesita un niño y un descanso óptimo, garantizan su buen crecimiento y desarrollo. Además los niños podrán realizar sus actividades cada día con la adecuada alimentación y un buen descanso.
Si la alimentación es insuficiente y no cumple con los requerimientos diarios para la edad del niño, se afectará negativamente la calidad del descanso y a lo largo del tiempo, el crecimiento y desarrollo no serán adecuados.
Aparte de la cantidad de alimentos que debe recibir el niño, también es importante la calidad de los mismos. Los niños que poseen una alimentación con consumo frecuente de comidas rápidas, alimentos y bebidas con azúcar, baja cantidad de frutas y vegetales en el menú, entre otros, pueden ver afectada la calidad del sueño y del descanso. Esto puede llegar a condicionar el buen crecimiento y desarrollo, alteraciones en la inmunidad, dificultades en el desarrollo cognitivo y más
Los niños que se alimentan adecuadamente y que disfrutan de un descanso de calidad, crecen y se desarrollan adecuadamente. Dormir y descansar bien es tan importante para estar sanos cómo comer correctamente.
¿Pueden algunos alimentos interferir con el descanso de los niños?
Tanto en los adultos como en los niños, la falta de un descanso y del sueño reparador pueden causar molestias, irritabilidad y en ocasiones interferir en las actividades diarias. El descanso apropiado y la dieta sana forman parte de un estilo de vida saludable.
Si bien no hay evidencia suficiente para afirmar que un determinado nutriente o un alimento por sí solo puede mejorar la calidad del sueño y el descanso, es cierto que una combinación con buenos hábitos puede mejorar.
En los niños se recomienda desde edades tempranas, en los niños más pequeños, crear los hábitos de una buena alimentación y del buen descanso, que van a ser los hábitos de una vida saludable. En los niños más grandes, ya con una dieta completa, algunos alimentos pueden perturbar el descanso al ocasionar problemas para conciliar o mantener el sueño.
Por ello, además de cumplir las rutinas y los hábitos antes de la hora de irse a la cama, se recomienda evitar los postres muy azucarados, helados o galletas rellenas y cubiertas de azúcar o chocolate, así como las bebidas gaseosas; no es que sean buenas en otros momentos, pero antes de acostarse pueden mantener alerta a algunos niños que sean más sensibles a estos alimentos.
¿Hay alimentos que ayudan al descanso y al sueño?
Una dieta equilibrada con los requerimientos acordes a la edad de cada niño influye en forma beneficiosa en la duración y en la calidad del sueño y del descanso. Estudios reportan que aquellos alimentos que contienen una sustancia llamada triptófano, que es un aminoácido, pueden favorecer la calidad del descanso.
Esto es debido a que aumentan la hormona llamada melatonina y el neurotransmisor serotonina, que ambos participan en el ciclo del sueño, al igual que la participación de otros nutrientes y suplementos nutricionales en la mejora del descanso.
La leche es rica en triptófano y es bien conocido que tomar un vaso de leche tibia antes de dormir ayuda a los niños a descansar mejor. Asimismo, la leche materna contiene triptófano, por lo que algunos estudios afirman que esta condición favorece el sueño de los bebés. Sin embargo, queda mucho por investigar y por demostrar científicamente.
Definitivamente, es importante la dieta balanceada y saludable con gran variedad de alimentos y con todos los nutrientes en cantidad y calidad que requiere cada niño, así como establecer hábitos saludables a la hora de ir a la cama.
Otros factores que interfieren en el descanso
La higiene del sueño y una buena nutrición son indispensables para el buen crecimiento de los niños. Los hábitos de la alimentación, y sobre todo los hábitos creados antes de irse a la cama, son importantes para ese crecimiento adecuado. A algunos niños se les dificulta más que a otros adquirir esos buenos hábitos.
En los últimos años esto se ha complicado con el uso de la televisión en las habitaciones de los niños y el uso de los celulares y/o la computadora, videojuegos. En algunos niños puede ser un elemento distractor importante que intervenga en el buen descanso, especialmente cuando son usados en horarios no apropiados y pueden llegar a desplazar las horas de la alimentación correcta y las horas de descanso tanto diurno como nocturno. Deben ser reguladas horas antes de ir a la cama y a la hora de comer.
Se debe favorecer la práctica regular de una actividad física en los niños, que no interfiera y que esté distanciada de las horas de su descanso. Hay que recordar que se debe crear un ambiente de descanso ideal, vigilar la temperatura, la ventilación, la luz, los ruidos, y respetar las horas sugeridas de descanso para edad, tanto diurnas como nocturnas.
Es importante también evitar el exceso de líquidos horas antes de dormir, ya que las ganas del niño de querer ir al baño lo va a despertar hasta varias veces, no logrando el descanso reparador.
¿Cómo debe ser la alimentación de los niños para que tengan un buen descanso?
El bebé y los niños más grandes deben consumir diariamente la cantidad de nutrientes para su edad. Estos deben estar distribuidos en la frecuencia que les corresponda siempre siguiendo los buenos hábitos de la alimentación.
La alimentación debe ser saludable con una gran variedad de alimentos de manera de asegurar que reciba todos los macronutrientes y micronutrientes que necesita para el crecimiento normal.
En los bebés y niños pequeños, la leche materna es el principal alimento y si no es el caso y se alimenta con biberón, las madres deben asegurarse de alimentarlos regularmente como lo indique el pediatra.
Si el bebé queda con hambre, no va a descansar y en poco rato va a llorar. Si consumió de más, puede que regurgite o tenga cólicos y va a llorar sin poder descansar. En los niños más grandes, donde ya comienzan con los alimentos nuevos, el menú debe ser variado y equilibrado, siempre respetando la rutina y los hábitos a la hora de comer para que el niño quede satisfecho y logre un buen descanso.
Si el niño está sano y la alimentación es nutritiva, completa y acorde a la edad, su descanso será óptimo.
¿Cómo saber si los niños descansan bien?
El sueño y el descanso reparador cumplen muchas funciones importantes en el organismo. El adecuado descanso en bebés y niños depende de muchos factores. Además de una alimentación saludable y equilibrada, en estos procesos intervienen los buenos hábitos de sueño, dormir el número de horas acorde a la edad, el ambiente, entre muchas más.
Los bebés y niños que no descansan el tiempo que les corresponde pueden estar irritables, con llanto fácil, cansados, desanimados y con sueño e inclusive no quieren comer con las ganas y el entusiasmo de siempre. En los niños grandes puede observarse la atención disminuida y sin deseos de jugar o realizar actividades o ejercicios.
Los padres deben crear una rutina y fijar pautas y normas para la hora de dormir desde que los niños son pequeños para que el niño lo sepa y se acostumbre. De esta forma, a la hora de descansar estará tranquilo y relajado.
Una alimentación saludable para un buen descanso
Enseñar a los niños desde muy pequeños los hábitos de una buena alimentación no es una tarea fácil, pero es la clave para la alimentación adecuada y el correcto crecimiento. Los padres son los encargados de crear y mantener estos hábitos. Esto facilitará todo el proceso de aprendizaje en la alimentación y otras áreas importantes de los niños.
Ya desde que el bebé comienza con la introducción de los nuevos alimentos, se deben comenzar los hábitos de una dieta saludable y este patrón va a perdurar en la familia como una vida saludable. Como los niños aprenden por imitación, la alimentación saludable inicia en casa con la familia.
Es importante recordar que no todos los niños son iguales y no siempre el mismo niño tiene el mismo apetito. Si el bebé está sano y cumple con los requerimientos de su edad, no debe ser motivo de preocupación que un día o en una comida consuma menos.
Consejos para una buena alimentación
Existen una serie de sugerencias que se pueden seguir para hacer más ameno el proceso de alimentación, especialmente si el niño está en esa edad en la que es más quisquilloso con los alimentos.
- Es útil distribuir la comida en raciones pequeñas y más frecuentes.
- Hacer los platos coloridos, vistosos y atractivos.
- Si un alimento es rechazado, luego se prepara de distinta forma y se le vuelve a ofrecer.
- Los niños más grandes pueden participar en la elección y preparación de las comidas.
- No utilizar la comida como premio ni como castigo.
- Se debe ofrecer el alimento favorito conjuntamente a uno nuevo o menos favorito.
- Se debe fomentar el hábito de tomar agua y comer frutas troceadas y todo tipo de vegetales.
- La ingesta del azúcar debe ser supervisada, al igual que las bebidas gaseosas, helados, mermeladas y pasteles en general.
- Las comidas deben ser sencillas pero saludables y el momento de comer debe ser divertido.
Otros hábitos que ayudan a un buen descanso
Fijar hábitos y rutinas desde muy pequeños en los niños y siempre en el mismo orden ayudará a anticipar que pronto se aproxima la hora de acostarse y no le tome por sorpresa porque ya lo sabe. Esto será su rutina de la hora de dormir
Antes de dormir, se debe evitar que la hora de la comida sea una batalla. Obligar a comer un alimento, una cantidad determinada o el tiempo que tarda en comer la ración, son siempre motivos de desacuerdos en la mesa entre los padres y los niños. Todo esto puede interferir con el descanso, ya que el niño puede estar llorando, molesto o estar irritable, lo que le va a dificultar el descanso.
Seguir los hábitos también ayuda a los padres a la planificación y al orden, lo que hace que estas prácticas sean asumidas con tranquilidad por todos en casa. Se recomienda que la hora de la comida sea la misma, en familia, el niño sentado en su silla de comer o en la mesa, sin juguetes u otros elementos distractores.
Un baño de agua tibia, colocar el pijama de siempre y crear el mismo ambiente, la luz de la habitación, la temperatura, una música o una lectura. Todo esto ayudará a los padres y a los niños a hacer de la hora de la comida y del descanso un hábito que a lo largo del tiempo traerá un vida saludable.
Resumen Final
El sueño y la alimentación juegan un papel fundamental en la vida de las personas, especialmente en los niños, ya que de estos depende en gran medida su crecimiento y desarrollo. Varios estudios han mostrado que los niños que descansan bien tienen mejor atención, memoria y salud emocional.
Es importante formar buenos hábitos desde temprano en la infancia, por lo que estar consciente de cómo la alimentación influye en el descanso de los niños es clave. Existen alimentos que pueden afectar el descanso de los niños, como el azúcar, las bebidas gaseosas y más. Por esta razón hay que evitarlas en general y aún más antes de dormir.
Además de la alimentación, otros hábitos como la actividad física durante el día, una habitación con la ambientación adecuada y una rutina para la hora de dormir constante son de gran ayuda para contribuir con un descanso óptimo y reparador. De esta forma, la alimentación saludable y el buen descanso irán de la mano ayudando a bebés y niños a crecer sanos.