Uno de los retos más grandes de ser padre es que no existen manuales de instrucciones para criar a los hijos, entonces no siempre se sabe cuándo es el momento de tomar algunas decisiones. Esto puede inundar de dudas y preguntas a los padres. Una de las más comunes es hasta qué edad deben dormir en la minicuna.
Esta es una inquietud muy frecuente, ya que los bebés crecen muy rápidamente durante sus primeros años de vida. Como consecuencia, surge la preocupación constante por si no le estás ofreciendo a tu hijo el espacio adecuado para dormir.
Además, muchos padres optan por las minicunas para colocarlas en su habitación. Así tienen a su pequeño cerca para alimentarlo y tranquilizarlo durante las noches sin comprometer tanto espacio. Dejar la minicuna probablemente sea sinónimo de moverlo a su propia habitación en muchas familias. Por todas estas razones es que los padres necesitan respuesta a esta interrogante. Igualmente, hay que recordar que cada bebé y cada familia es única, por lo que no todos los consejos aplican para todos.
¿Qué es una minicuna?
Para comenzar, una minicuna es una cuna pequeña diseñada para bebés. Es más pequeña que una cuna estándar pero más grande que un capazo o moisés. Es una alternativa que ahorra espacio para familias con viviendas pequeñas o con habitaciones reducidas.
Las minicunas están diseñadas para ser ligeras y portátiles, haciendo que sean fáciles de mover en la casa o de llevar para viajes familiares. A veces vienen con ruedas para ser más convenientes.
Esta resulta una buena opción para los padres que quieren que su bebé tenga un espacio seguro para dormir pero sin ocupar tanto espacio. Para ello, hay que asegurarse que la minicuna y su colchón cumplan con los estándares y regulaciones de seguridad necesarias.
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Colchón minicuna Kibo Ovalado119,00€ – 144,00€
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Colchón minicuna Volana Ovalado139,00€ – 189,00€
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Colchón minicuna Volana mini119,00€ – 264,00€
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Colchón minicuna Kibo mini99,00€ – 192,00€
El tamaño de las minicunas puede variar entre modelos y fabricantes. En líneas generales, suelen tener una longitud de 80 a 90 cm, un ancho de 50 a 60 cm y una altura de 70 a 90 cm.
¿Cómo saber si mi bebé ya es muy grande para la minicuna?
A pesar de que las minicunas pueden ser muy prácticas, es importante recordar que están diseñadas principalmente para bebés recién nacidos, por lo que el tamaño es limitado. Eventualmente tu hijo será muy grande para poder usar su minicuna y como padre, debes ser capaz de identificar este momento.
Algunas señales que el bebé es muy grande para su minicuna son:
- El bebé parece estar incómodo o apretado en la minicuna. Sus extremidades parecen estar dobladas de una manera incómoda y no puede estirarse completamente.
- El bebé está más activo y se mueve más. Al hacer esto, choca con los lados o parece intentar salir de ella.
- El bebé supera el límite de peso o altura que recomienda el fabricante de la minicuna.
Saber hasta qué edad deben dormir en la minicuna no es tan fácil ni exacto; es mejor guiarse por las dimensiones del bebé y su comodidad dentro de la misma.
¿Cuál es el límite de peso y altura recomendado para una minicuna?
El límite de peso y altura recomendado para una minicuna puede variar según el modelo y el fabricante. Usualmente las minicunas están diseñadas para bebés recién nacidos y se recomienda que se usen hasta que el niño alcance una cierta altura o peso.
En términos generales, el límite de peso recomendado para una minicuna es de alrededor de 9 a 10 kg. El límite de altura recomendado puede variar según el modelo, pero generalmente se sitúa alrededor de los 65 a 70 cm. Estas medidas suelen ser alcanzadas en promedio cerca del año de vida.
Es importante comprobar las recomendaciones del fabricante antes de usar una minicuna y asegurarse de que el bebé no supere el límite de peso o talla recomendado. Si el bebé supera estos límites, es hora de cambiar a una cuna más grande, tanto por su seguridad como comodidad.
¿Por qué es importante no prolongar la estadía del bebé en una minicuna?
Si la minicuna es demasiado pequeña para el bebé, puede ser incómoda para él y puede aumentar el riesgo de lesiones o problemas de sueño. El niño puede sentirse apretado o incómodo en la minicuna, lo que puede hacer que se mueva más de lo normal y aumenta el riesgo de que se caiga o se lastime.
También es posible que el bebé no tenga suficiente espacio para moverse y cambiar de posición, lo que puede provocar una presión aumentada en ciertas áreas de su cuerpo y aumentar el riesgo de desarrollar deformidades de la cabeza, problemas posturales o dolores musculares.
Por lo tanto, es importante asegurarse de que la minicuna sea del tamaño adecuado para el niño y que cumpla con las recomendaciones del fabricante. Si la minicuna parece demasiado pequeña para tu hijo o si parece incómoda, es posible que sea necesario cambiar a una cuna más grande.
La transición de la minicuna a la cuna: ¿Cuándo es el momento adecuado?
El momento adecuado para hacer la transición de la minicuna a la cuna puede variar según el bebé, cada caso es único; pero generalmente se recomienda hacer este cambio cuando el bebé tiene entre 4 y 6 meses de edad. En este punto, el bebé es lo suficientemente fuerte para moverse y cambiar de posición por sí solo, lo que significa que es mas probable que se sienta cómodo en una cuna más grande, donde tendrá mejor movilidad.
Además de la edad del bebé, hay algunas señales ya mencionadas previamente que pueden indicar que es un buen momento para hacer la transición de la minicuna a la cuna. Es importante recordar que cada bebé es diferente y que pueden haber otros factores que influyen en el momento adecuado para hacer la transición de la minicuna a la cuna. Los padres deben estar atentos a las señales de su bebé y realizar dicho cambio cuando se sientan cómodos y seguros de que es el momento correcto para su hijo.
Errores comunes que cometen los padres en la transición de minicuna a cuna
Existen unos cuantos errores comunes que los padres pueden cometer a la hora de hacer la transición de su bebé de la minicuna a la cuna.
- Hacer el cambio muy pronto: algunos padres pueden estar ansiosos por pasar a su bebé de la minicuna a la cuna, pero es importante esperar a que tu hijo esté preparado. Si todavía es muy pequeño o todavía no se siente cómodo en su nueva cuna, lo más probable es que tenga problemas para dormir y esté cansado y malhumorado durante el día.
- Saltarse la transición a una cuna: a veces ocurre que los padres optan por no pasar al bebé de una minicuna a una cuna, sino a una cama de niño. Esto es peligroso porque el bebé no estará preparado y aumenta el riesgo de caídas y lesiones.
- No crear un espacio para dormir adecuado: cuando se hace la transición a una cuna grande, es importante que el ambiente de la habitación se sienta cómodo y familiar para el bebé. Para ello se recomienda que la ropa de cama sea una que ya haya usado, que la cuna esté en un lugar oscuro y silencioso y mantener una rutina para la hora de dormir consistente.
- Preocuparse mucho por los despertares nocturnos: es común que los bebés se despierten durante la noche, especialmente durante los períodos de transición. Sin embargo, algunos padres pueden exagerar y precipitarse a calmar al bebé cada vez que se despierta, lo que puede interrumpir el sueño y hacer que sea más difícil para ellos aprender a calmarse por sí solos.
Ventajas de la minicuna
Algunos padres pueden estar acostumbrados a las cunas clásicas de tamaño regular, por lo que no le ven el sentido a una minicuna; especialmente si saben que solo hasta cierta edad su bebé podrá dormir en ella. No obstante, la minicuna tiene muchas ventajas para ofrecer.
- Ahorro de espacio: el principal y más grande atractivo de este mueble es que son más pequeñas que una cuna estándar. Es perfecta para habitaciones pequeñas y para aquellos padres que quieren mantener al bebé en su habitación durante los primeros meses.
- Portabilidad: al ser más pequeñas y ligeras que una cuna normal, es más fácil de mover. Esto resulta ideal para mover la minicuna de una habitación a otra o para las familias que viajan con frecuencia. Incluso hay modelos con ruedas.
- Comodidad: las minicunas, al ser más pequeñas que una cuna, ofrecen un ambiente acogedor y seguro para el bebé, por lo que promueven el sueño y descanso.
- Costo: las minicunas suelen ser más económicas que las cunas estándar, lo que las convierte en una opción asequible para los padres que buscan una solución temporal o que tienen un presupuesto limitado.
Por estos motivos, aún y cuando se sabe que las minicunas tienen un tiempo de uso limitado, resultan ser bastante convenientes durante su vida útil.
¿Es necesario tener una minicuna?
La realidad es que al momento de comprar los artículos para el bebé, la minicuna no tiene que estar al inicio de la lista. No obstante, puede ser útil para algunos padres, especialmente durante los primeros meses de vida del bebé. Las minicunas son más pequeñas y portátiles que las cunas estándar, lo que las hace ideales para colocar en la habitación de los padres o para llevar en viajes.
Además, las minicunas pueden proporcionar un ambiente de sueño más acogedor y cómodo para algunos bebés, lo que puede ayudarles a dormir mejor durante la noche. Algunos niños pueden sentirse más seguros y confortables en un espacio más pequeño y cerrado, similar al útero materno.
Sin embargo, no todas las familias necesitan o prefieren tener una minicuna. Si el espacio es limitado o el presupuesto es ajustado, puede ser más práctico ir directamente a una cuna estándar para el bebé. De igual manera, algunos bebés pueden sentirse incómodos o limitados en una minicuna y prefieren una cuna más grande y espaciosa.
¿Cuáles son los beneficios de usar una cuna estándar para un bebé en crecimiento?
Aunque la minicuna tiene sus ventajas, llegado el momento lo que necesita un bebé en crecimiento es una cuna estándar. Si tienes dudas acerca de hasta qué edad debe dormir tu bebé en la minicuna, sería bueno que pensaras en la cuna que necesitará eventualmente. Esta aporta sus propios beneficios:
- Más espaciosa: una cuna estándar ofrece más espacio para que el bebé se pueda mover. Gracias a esto, el bebé se sentirá más cómodo y menos limitado, lo que promueve un mejor sueño y bienestar para un bebé que ya ha superado su minicuna. Se adapta mejor a sus nuevas dimensiones.
- Mayor seguridad: como ya se mencionó, una minicuna para un bebé que es más grande de lo recomendado puede llegar a ser peligrosa. Al tener una cuna espaciosa, es menos probable que el bebé se golpee con los laterales o adopte posiciones incómodas.
- Mayor tiempo de uso: al ser más grande, suele ser común que la cuna estándar sea usada por mayor tiempo del que fue usada la minicuna.
¿Cómo hacer la transición de minicuna a cuna?
Hacer la transición de la minicuna a la cuna es un proceso importante, tanto para bebés como para los padres. Una vez tomada la decisión, probablemente basándose en las señales ya mencionadas de que el bebé es muy grande para la minicuna, hay que ponerse en acción.
¿Cuándo hacer el cambio?
Lo primero que se debe determinar es el momento adecuado. Lo mejor es planificar un momento en el que no estén ocurriendo otros cambios en la vida del bebé o en el hogar. Hay que evitar otros eventos importantes o estresores como viajes o mudanzas. Es preferible hacerlo en un periodo en que el bebé tampoco esté ante brotes dentarios o regresiones de sueño.
¿Cómo debe ser la cuna?
Seguidamente, debes asegurarte que la cuna seleccionada cumple con todos los estándares de seguridad necesarios para recibir a tu bebé.
Esto también incluye el colchón de cuna. Debe ser un colchón nuevo, firme, del tamaño justo para la cuna y libre de materiales tóxicos. Debes recordar que al poner a dormir al bebé, no pueden haber almohadas, juguetes, cobijas ni otros objetos en la cuna y el niño debe acostarse boca arriba.
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Colchón de cuna Volana179,00€ – 319,00€
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Colchón de cuna Mety189,00€ – 244,00€
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Colchón de cuna Fara159,00€
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Colchón de cuna Alina219,00€ – 274,00€
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Colchón de cuna Kibo149,00€ – 219,00€
¿Cómo preparar al bebé?
Generalmente, al empezar a usar una cuna, el bebé es mudado a su propia habitación. En las semanas previas a la transición, puedes ayudar a tu bebé a acostumbrarse a su nuevo espacio pasando tiempo en su habitación. Puedes hacer actividades durante el día allí, como jugar o leerle cuentos para que así vaya asociando este lugar como algo positivo.
También puedes intentar que el bebé tome sus siestas en su cuna en su habitación y que por las noches continúe durmiendo en su minicuna junto a sus padres hasta que sea el momento del cambio.
Usar un monitor
Esta transición puede ser igual de difícil para los padres, ya que no podrán ver de cerca a su hijo una vez que duerma en su propia habitación. Para crear un poco de tranquilidad, una buena opción es poner un monitor de bebés con audio y video en la habitación. De esta forma pueden ver al bebé a través del mismo en cualquier momento en tiempo real.
Un cambio a la vez
Algunos bebés manejan la transición sin problema alguno, mientras otros requieren mayor tiempo para adaptarse. Es posible que cambiar cama y habitación de golpe sea mucho. Para hacer esto menos súbito, se puede ubicar la nueva cuna del bebé en la habitación de los padres durante unas cuantas noches mientras se adapta a dejar la minicuna. Posteriormente, se moverá la cuna a la nueva habitación.
Tener una rutina para la hora de dormir
Muchos especialistas hacen énfasis en la importancia de establecer una rutina para la hora de dormir en los bebés. Esta consiste en una serie de acciones que se van a realizar todas las noches antes de acostar al niño. Con el tiempo, tu hijo va a asociar estos hábitos con la hora de dormir y con el sueño. Mantener esta rutina al momento de la transición de minicuna a cuna ayuda a facilitar este cambio.
¿Qué hacer si la transición de minicuna a cuna se dificulta?
Si tu bebé está teniendo dificultades para adaptarse a su nueva y espaciosa cuna, debes ser paciente y continuar trabajando en este cambio. No está descrito un tiempo específico para que el niño se adapte. Cada bebé es diferente y puede que sea necesario volver a la minicuna un par de noches más de las esperadas.
Se recomienda darle unos días al bebé antes de intentar de nuevo la mudanza a la cuna. Así le das tiempo para procesar y adaptarse al cambio. Durante esos días se sugiere darle la oportunidad de explorar la nueva cuna durante el día para que se vaya familiarizando. En esos momentos puede ser útil darle juguetes conocidos y queridos por él, para que vaya entendiendo que este nuevo lugar es seguro.
¿Qué hacer cuando el bebé deje la minicuna?
Cuando tu bebé logre una transición exitosa de su minicuna a una cuna, debes saber qué hacer con la primera. Lo ideal es que quede lista para su próximo uso, por lo que la debes limpiar el colochón con un paño húmedo y detergente para bebé. Después debe ser desmontada y guardada, cada pieza por separado en una bolsa para hacer el almacenamiento más sencillo.
Es importante que al momento de guardarla, sea en un lugar seco y fresco. En caso de que se tenga la seguridad de que no va a ser usada nuevamente, es recomendable donar, vender o reciclar el mueble. Para ello, debe estar limpia y en buenas condiciones.
Resumen Final
Tus hijos siempre estarán en constante crecimiento y estarán cambiando de ropa, juguetes y hasta cunas y camas. Son muchos los padres que deciden comprar una minicuna para sus pequeños, ya que es muy práctica y tiene muchas ventajas, pero debido a ese crecimiento, tendrán que dejarla. Es aquí cuando surge la duda de hasta qué edad deben dormir en la minicuna.
Siempre hay que tener en cuenta que cada bebé es único, por lo que decir una edad específica puede no ser realista. No todos los niños tendrán que hacer el cambio en ese momento. Por este motivo lo recomendable es guiarse por el peso y la altura indicada por el fabricante y por la comodidad del bebé dentro de su minicuna.
Es evidente cuando el niño está incómodo y aunque hacer la transición de minicuna a cuna puede ser difícil (tanto para bebés como para padres), es parte del crecimiento de nuestros pequeños. Por esta razón hay que brindarles apoyo, seguridad y paciencia.