Sabemos que el sueño es una parte fundamental del desarrollo humano desde los primeros días de vida. Pero hay una pregunta muy intrigante que nos solemos hacer como padres: ¿los bebés sueñan?
Para entender esta cuestión, es necesario saber cómo funciona el ciclo de sueño en los bebés, qué papel juega en su desarrollo y si realmente pueden experimentar sueños similares a los de los adultos.
¿Qué es el sueño en los bebés?
El sueño es una función biológica vital que permite al cuerpo y al cerebro descansar y regenerarse. En los bebés, el sueño es aún más importante porque juega un papel determinante en su desarrollo físico y mental.
Durante los primeros meses de vida, los bebés pasan la mayor parte del tiempo durmiendo, entre 14 y 17 horas diarias, aunque este tiempo puede variar según cada niño.
Importancia del sueño en el desarrollo
El sueño no solo es fundamental para que los bebés descansen, también lo es para el crecimiento, la consolidación de la memoria y el aprendizaje.
Durante el sueño, especialmente en las fases más profundas, el cerebro de los bebés procesa la información adquirida mientras están despiertos, procesando todas las nuevas sensaciones, sonidos y experiencias que han encontrado, lo que les ayudará a desarrollarse de manera saludable.
Además, también se fortalecen las conexiones neuronales que serán clave en el desarrollo de habilidades como el lenguaje, la coordinación motora y la capacidad de resolver problemas en el futuro.
¿Cómo funciona el ciclo del sueño en bebés?
Como vimos en un artículo anterior sobre el ciclo del sueño en niños, el ciclo de sueño de los bebés es diferente al de los adultos.
Un bebé pasa por dos fases principales: el sueño REM (movimiento ocular rápido) y el sueño no REM. El sueño REM es el momento en que se producen la mayoría de los sueños en los adultos y, curiosamente, también representa una gran parte del tiempo de sueño de los bebés, lo que ha llevado a los investigadores a preguntarse si los bebés también sueñan en esta fase.
Diferencias entre el sueño REM y no REM
Básicamente, el sueño REM es ligero y se caracteriza por una alta actividad cerebral. Los bebés pasan alrededor del 50% de su tiempo de sueño en esta fase, lo cual es mucho más que los adultos, quienes solo pasan un 20% aproximadamente.
Por otro lado, el sueño no REM es una fase de sueño profundo donde el cuerpo se recupera y crece.
Comparativa con el ciclo del sueño adulto
A medida que los bebés crecen, la proporción de sueño REM disminuye y su ciclo de sueño comienza a parecerse más al de los adultos. Sin embargo, los despertares frecuentes son una parte normal del sueño en los primeros meses, ya que su ciclo de sueño es mucho más corto, con una duración de aproximadamente 50 a 60 minutos, en comparación con los 90 minutos de un adulto.

Evidencia científica, ¿los bebés realmente sueñan?
Aunque es difícil determinar exactamente si los bebés sueñan, los estudios sobre la actividad cerebral de los recién nacidos muestran que experimentan altos niveles de actividad en la fase REM, lo que podría indicar la presencia de sueños.
Sin embargo, los científicos todavía debaten si estos sueños son comparables a los de los adultos, que están más influenciados por la experiencia y los recuerdos.
Teorías sobre los sueños en bebés
Algunos expertos sugieren que los sueños en los bebés podrían comenzar incluso antes del nacimiento. Existen teorías que afirman que desde que el bebé se encuentra en el vientre materno, especialmente durante los últimos meses del embarazo, ya experimenta fases de sueño REM, lo que podría indicar que los sueños comienzan en esta etapa.
Y, ¿qué sueñan los bebés? Aunque no se puede saber con certeza qué sueñan, se cree que estas experiencias podrían estar relacionadas con estímulos sensoriales que perciben como los sonidos externos o los movimientos dentro del útero. Una vez el bebé ha nacido, dado que aún no tiene una gran cantidad de experiencias o un lenguaje desarrollado, sus sueños pueden estar limitados a las sensaciones que experimentan como el hambre, el calor o la comodidad de los brazos de sus padres.
Factores que influyen en el sueño de los bebés
Para conseguir un sueño saludable y reparador del bebé, hay diferentes factores que influyen en la calidad de éste como la alimentación, el ambiente y las rutinas antes de dormir.
Alimentación y sueño
La alimentación tiene un impacto directo en el sueño de los bebés. Un bebé que está bien alimentado tiende a dormir mejor y por más tiempo. Sin embargo, los problemas digestivos o la alimentación irregular pueden interrumpir su descanso.
Ambiente adecuado para el descanso
El entorno en el que duerme el bebé es fundamental para garantizar un sueño reparador y saludable.
Uno de los elementos clave para un buen descanso es la elección de un colchón adecuado. Acostar al bebé en un colchón que ofrezca el soporte necesario puede marcar una gran diferencia en la calidad de su sueño.
Los colchones Lémur, por ejemplo, están diseñados específicamente para ofrecer confort y soporte tanto a bebés como a adultos, ayudando a mantener una postura correcta, previniendo la plagiocefalia, asma y asfixia, y garantizando un descanso profundo.
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Rutinas y rituales antes de dormir
Establecer una rutina antes de dormir puede ayudar a los bebés a relajarse y prepararse para una noche de sueño reparador. Actividades como un baño caliente, leer un cuento o una nana pueden ayudar a crear un ambiente relajante.
Conclusión
Aunque no se puede saber con certeza qué sueñan los bebés, la evidencia sugiere que desde sus primeros días, e incluso antes de nacer, experimentan fases de sueño que podrían incluir sueños.
Estos primeros sueños estarían vinculados a su desarrollo cerebral y sensorial, subrayando la importancia del sueño en su crecimiento y bienestar. Por lo tanto, es esencial garantizar que los bebés tengan un sueño de calidad para favorecer su desarrollo. Para ello, nosotros como padres, seremos los encargados de proporcionar un ambiente adecuado, una alimentación óptima, rutinas y, sobre todo, un buen colchón para así conseguir un sueño profundo durante el máximo tiempo posible.
Preguntas frecuentes
¿Cuánto debe dormir un bebé en su primer año?
Un bebé recién nacido necesita dormir entre 14 y 17 horas al día, mientras que un bebé de un año suele dormir entre 11 y 14 horas.
¿Es normal que los bebés se despierten con frecuencia?
Sí, los bebés tienen ciclos de sueño más cortos que los adultos, lo que provoca que se despierten varias veces durante la noche, especialmente en los primeros meses.
¿Qué puedo hacer si mi bebé no duerme bien?
Establecer una rutina de sueño consistente, crear un ambiente tranquilo, asegurarse de que el bebé esté bien alimentado antes de dormir y proporcionar el colchón adecuado son pasos clave para mejorar su descanso.
¿Los bebés sueñan con sus padres?
Es posible que los bebés experimenten sueños relacionados con las personas y las sensaciones más cercanas a ellos, aunque es difícil saberlo con certeza.
¿A partir de qué edad los bebés tienen sueños más complejos?
A medida que el cerebro del bebé se desarrolla, especialmente después de los 2 años, es más probable que sus sueños sean más complejos y narrativos.