Dormir debería ser sinónimo de descanso, pero para muchas personas la noche se convierte en un campo de batalla donde la mente y el cuerpo actúan sin control. Las parasomnias son trastornos del sueño que interrumpen la tranquilidad nocturna con conductas inusuales y a veces alarmantes.
Desde el sonambulismo hasta los terrores nocturnos, te lo contamos todo para entender estos fenómenos, sus causas y cómo afectan tanto a adultos como a niños. Si alguna vez te has despertado sin recordar lo que hiciste durante la noche, este contenido es para ti.
¿Qué es la parasomnia?
La parasomnia es un conjunto de trastornos del sueño que implican comportamientos anómalos, emociones, percepciones o sueños inusuales que ocurren durante la transición entre el sueño y la vigilia o durante fases específicas del sueño.
Desde un punto de vista clínico, la parasomnia se define como cualquier conducta anómala durante el sueño. No se trata de insomnio o dificultad para dormir, sino de comportamientos complejos que suceden mientras el individuo duerme, y de los cuales muchas veces no es consciente.
Clasificación de parasomnias
Es importante conocer los diferentes tipos para poder identificar y tratar correctamente cada uno. Las parasomnias se clasifican principalmente según la fase del sueño en la que ocurren: NREM o REM.
Tipos más comunes de parasomnia
Antes de entrar en detalle, conviene saber que las parasomnias pueden afectar tanto a niños como adultos, aunque su presentación y frecuencia varía según la edad.
Sonambulismo
El sonambulismo es quizás la parasomnia más conocida. El individuo se levanta de la cama y camina, realiza tareas complejas pudiendo incluso hablar, todo ello sin estar realmente despierto.
Terrores nocturnos
A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos provocan gritos, agitación extrema y sudoración. Son más comunes en niños y se producen en fases de sueño profundo.
Pesadillas frecuentes
Aunque todos podemos tener pesadillas de vez en cuando, cuando estas se repiten con frecuencia pueden considerarse una parasomnia y afectar seriamente la calidad del sueño.
Parálisis del sueño
Este fenómeno provoca una sensación de inmovilidad completa al despertar o justo al quedarse dormido, a menudo acompañada de alucinaciones visuales o auditivas aterradoras.
Trastorno de conducta del sueño REM
Las personas que lo sufren pueden representar físicamente sus sueños con movimientos bruscos, gritos o golpes, lo que puede ser peligroso tanto para ellas como para quien esté cerca.
Causas de la parasomnia
No todas las parasomnias tienen el mismo origen, y muchas veces se combinan factores.
Factores neurológicos
Algunos trastornos neurológicos pueden alterar las fases del sueño y facilitar la aparición de parasomnias. Hablamos de trastornos como la epilepsia nocturna o alteraciones en el sistema límbico.
Trastornos psiquiátricos asociados
Ansiedad, estrés postraumático, depresión o trastorno bipolar pueden ser desencadenantes o agravantes de las parasomnias, especialmente en adultos.
Estilo de vida y hábitos de sueño
Dormir poco, consumir alcohol o drogas, y la falta de una rutina de sueño estable son factores que aumentan la probabilidad de sufrir estos trastornos.
Síntomas frecuentes de una parasomnia
Las señales de alerta suelen ser detectadas por familiares o parejas, ya que la persona afectada puede no recordar lo sucedido.
- Movimientos bruscos o inusuales durante la noche.
- Gritos, risas o llanto mientras se duerme.
- Episodios de amnesia nocturna.
- Sensación de no haber descansado al despertar.
- Lesiones inexplicables o caídas nocturnas.

Parasomnia en niños: ¿cómo abordarlo?
En la infancia, estas alteraciones del sueño son más frecuentes pero, por suerte, suelen remitir con el tiempo.
Los niños no suelen recordar los episodios, a diferencia de los adultos, y raramente requieren medicación. La clave está en no despertarlos durante un episodio y mantener la calma.
Algunos consejos prácticos para los padres son:
- Establecer horarios regulares de sueño.
- Evitar cenas copiosas o excitantes.
- Asegurar que la habitación sea segura ante movimientos bruscos.
- Utilizar colchones adecuados para su descanso. Nuestros colchones favorecen un sueño profundo y reparador durante toda la noche gracias a sus múltiples beneficios.
Parasomnia en adultos: implicaciones diarias
En adultos, estos trastornos pueden generar consecuencias más serias en la vida diaria. La fatiga, la somnolencia diurna y los episodios nocturnos pueden comprometer el rendimiento laboral y provocar accidentes.
Además, compartir cama con alguien que padece parasomnias puede ser complicado. La pareja puede sufrir interrupciones del sueño, estrés o incluso lesiones involuntarias.
¿Cuándo acudir al médico por sufrir parasomnia?
Aunque muchas veces son benignas, algunas parasomnias pueden conllevar peligros como caídas, autolesiones o accidentes nocturnos. Por eso es clave evaluar cada caso con un especialista.
Te recomendamos consultar con un profesional médico si se dan algunos de los siguientes puntos:
- Los episodios se repiten con frecuencia.
- Hay riesgo físico para ti o para tu entorno.
- Afectan a tu calidad de vida o la de tu familia.
- No puedes identificar la causa.
Según el tipo de parasomnia, su frecuencia e intensidad, el profesional sanitario optará por terapias conductuales, higiene del sueño y prevención y, en casos graves, medicación específica.
Consejos para dormir mejor si sufres parasomnia
Aunque las parasomnias pueden parecer incontrolables, lo cierto es que una buena rutina de sueño y algunos ajustes en el entorno pueden reducir notablemente su frecuencia e intensidad. No se trata solo de dormir más, sino de dormir mejor y de forma más segura.
Crea un entorno seguro
Si eres propenso al sonambulismo u otros comportamientos físicos durante la noche, retira objetos con los que puedas tropezar, bloquea ventanas y puertas, y asegúrate de que el suelo esté despejado.
Utiliza un colchón adecuado
Dormir sobre un colchón que favorezca un sueño profundo y sin interrupciones es clave. Los colchones de Lémur, especialmente los de su línea infantil y de matrimonio, están diseñados para mantener una temperatura óptima, ofrecer una firmeza equilibrada y reducir los microdespertares que pueden desencadenar parasomnias.
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Establece una rutina relajante antes de dormir
La regularidad es fundamental. Intenta irte a la cama y despertarte a la misma hora cada día. Antes de dormir, realiza actividades relajantes como leer, darte una ducha caliente o escuchar música suave.
Evita estimulantes
La cafeína, el alcohol, la nicotina o incluso las cenas copiosas pueden alterar la calidad del sueño. Intenta evitarlos, sobre todo durante las últimas horas del día.
Haz ejercicio durante el día
Practicar actividad física moderada favorece un descanso más profundo, pero evita hacerlo justo antes de acostarte, ya que podría activar tu sistema nervioso.
Reduce el uso de pantallas
La luz azul de móviles, tablets y televisores interfiere con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Intenta desconectarte de las pantallas al menos una hora antes de dormir.
Consulta con un profesional si los episodios persisten
Si las parasomnias son frecuentes, intensas o peligrosas, lo más recomendable es acudir a un especialista en sueño. Podría ser necesario realizar una polisomnografía o iniciar un tratamiento específico.

Conclusión, ¿se puede convivir con la parasomnia?
Las parasomnias, aunque inquietantes, pueden manejarse con información, apoyo médico y hábitos de sueño saludables. Identificar los síntomas, establecer rutinas y contar con un entorno de descanso adecuado son pasos fundamentales para mejorar la calidad de vida.
En Lémur, sabemos que un buen descanso es clave desde el nacimiento. Nuestros colchones para minicuna, cuna, maxicuna, infantil y de matrimonio están diseñados para proporcionar confort, seguridad y favorecer un sueño reparador, tanto para los más pequeños como para los adultos que necesitan recuperar el control de sus noches.
Preguntas frecuentes
¿Las parasomnias son hereditarias?
Sí, existe una predisposición genética, especialmente en el caso del sonambulismo y terrores nocturnos.
¿Puede un colchón influir en la parasomnia?
No directamente, pero de forma indirecta un buen colchón mejora el descanso profundo y puede reducir episodios, como los colchones de Lémur diseñados para el descanso infantil y adulto.
¿Se puede curar una parasomnia?
En muchos casos sí, especialmente en niños. En adultos, se puede controlar eficazmente con terapia y hábitos saludables.
¿Es normal hablar dormido?
Sí, hablar mientras duermes es una forma leve de parasomnia y suele ser inofensivo.
¿La parasomnia afecta más a hombres o a mujeres?
Depende del tipo. Por ejemplo, el sonambulismo es más común en niños, y el trastorno del sueño REM en hombres adultos.